Gazpacho de sandía para los últimos días del verano 2014 ¡por fin! qué calor que hemos soportado!!!!
Hoy he invitado a una persona a que visite mi humilde blog, así que esta receta se la dedico a ella, a mi prima Consuelo, a pesar de la distancia y los avatares de la vida, nos hemos vuelto a reencontrar gracias a las nuevas tecnologías.
Ser primos es más que compartir un apellido, compartimos una familia que nos puede gustar más o menos, nos unen recuerdos del pasado, horas de juego, de confidencias. Ir a casa de mis primas era como adentrarme en uno de esos libros de aventuras que leía por esa época.
Cuatro hermanas, una casa grande, los abuelos, el patio, ese patio enorme donde tenía lugar el ritual más sorprendente para mis ojos de pequeñaja. Mi prima mayor tenía una melena preciosa y cuando era verano, se lavaba el pelo en el patio, se peinaba y se hacía el rulo. El rulo fue el abuelo de la plancha del pelo, jejeje, se ponía un rulo gordo en la cabeza y el resto del pelo primero se lleva hacia un lado y después hacia el otro, yo me quedaba embobada viendo todo ese proceso y el resultado final.
Y lo más sorprendente que compartimos en nuestra infancia fue: La habitación de los cuadros.
La habitación de los cuadros era ... de miedo, cuánto miedo hemos pasado allí. Nos daba terror, pero no pasaba un día en que no entráramos, cada día encontrábamos algo nuevo bajo la atenta mirada de los retratos que colgaban de las paredes que nos seguían a todas partes.
Espero que a mi prima le guste la sandía!!! os cuento cómo lo hice.
